lunes, 30 de julio de 2012

Nunca pierdas la esperanza


Por: Gaby Lisbeth Purizaca Chero

Eran las 7:00 pm cuando Lucho, se fue a ver a su padre que iba manejando un carro, le hizo señas para que detenga el vehículo y de esta manera aborde el carro, pero su padre no se había percatado que metros más adelante había un rompemuelles. Lucho cayó del vehículo, sin que su papá se diera cuenta que lucho había caído y se encontraba debajo del carro y que las llantas habían pasado por sus extremidades. Su padre al sentir un bulto debajo del vehículo, se detuvo y bajó, mirando con sorpresa y dolor que le había causado mucho daño a su hijo.

De emergencia fue llevado al hospital, en donde les dijeron que sus piernas específicamente sus huesos estaban fracturados; para los padres  era algo no creíble, le pusieron yeso, le sacaron placas para ver el daño en sus piernas. Pasaron los meses en el hospital, pero no había una mejora en Lucho, luego le dijeron que para que el pueda caminar tenían que ponerle unos fierros especiales  entre los huesos de sus rodillas  para que así el pudiese caminar mejor.

Fue mucho dolor para la familia; su padre decidió sacarlo del hospital y llevarlo a un huesero, este lo “revisó” y les dijo que  sus huesos estaban solo desviados que podía hacer caminar al joven  y solo les pidió que se lo dejaran en sus manos y que pasando 15 días les entregaría a su hijo caminando sin dificultad .

Fue tanto la esperanza de los padres  ver caminar a su hijo que lo dejaron, el estuvo en tratamientos y cuando pasaron los 15 días, se encontraron con su hijo y lo vieron caminar y era un milagro para los padres el ver a su hijo caminar y lloraban de felicidad.

Pasaron los años y los padres  pensaban que su hijo  tendría dificultades para caminar pero gracias a dios, el llego a caminar bien.

El ahora es un joven de 14 años, es un chico norma, es un deportista, algo que sus padres no pensaban, era un milagro de vida y ellos estaban bien agradecidos con Dios.
MENSAJE: los padres el mensaje que dan  es que nunca  hay que perder las esperanzas, que dios siempre está con nosotros,  debemos estar agradecidos con Dios por el día a día que nos regala y saberlo valorar.

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