Autor: Cristián Joel
García Chapilliquen (*) 17 octubre 2012
Erase
una vez en una aldea de indios en la selva amazónica, vivían tres niños muy
inquietos y un perrito llamado “Raquis, los niños se llamaban Caroso, Trotón y Tamara ellos siempre solían bañarse
en el rio Amazonas donde pasaban el
mayor tiempo del día y llegaban tarde a sus casa.
Un
día Caroso sale con el perro Raquis a dar una vuelta explorando la selva
amazónica sin dar aviso a sus amigos, se llegó la noche y Caroso y Raquis no
llegaban a la aldea Trotón y Tamara preocupados dieron aviso a los aldeano, de
inmediato salieron a buscarlos con lanzas y antorchas, siéndose la noche más
larga no los encontraban hasta que se vino una fuerte lluvia que arrastro a los
aldeanos hasta la quebrada, Trotón y Tamara se quedaron prendidos en un árbol y
evitaron el arrastre, ellos lloraban y gritaban “Caroso, Raquis donde están
vuelvan “, pero sin embargo se dieron cuenta de que nadie los escuchaba.
Termino la tormenta y Trotón y Tamara los dos salieron en busca de Caroso y
Raquis ya que los aldeanos junto a sus padres fueron arrastrados por la
quebrada.
Ellos
no sabían donde se encontraban y sin embargo Tamara escucho un quejido muy
silencioso a lo lejos, ellos corrieron desesperadamente hasta que encontraron a
Raquis llorando encima de una palizada
producto de las lluvias, el perrito al verlos empezó a ladrar muy duro tratando de avisarles que Caroso
estaba atrapado debajo de esa palizada, ellos no entendían hasta que Tamara
escuchó una voz muy finita que decía “auxilio, socorro ayúdenme Tamara se dio
cuenta de que se trataba de Caroso, de inmediato dio aviso a Trotón y empezaron
a limpiar el lugar para sacarlo, parecía una eternidad pero se logro sacarlo,
los tres empezaron a llorar de alegría por haberse encontrado y a la misma vez
de tristeza por los aldeanos.
Pasaron
las horas y ellos se dirigieron a la aldea y se dieron cuenta de que los
aldeanos estaban allí llorando por ellos, hasta que Raquis empezó la ladrar y
los aldeanos se voltearon a mirar, empezaron a correr hacia ellos para
cargarlos y abrazarlos, ese día realizaron
una gran fiesta, mientras los aldeanos bailaban Caroso llamó a sus
amigos y les prometió no volver a salir solo “siempre saldremos juntos como
grandes amigos” y Raquis empezó a ladrar de alegría y todos empezaron a reír de felicidad.
(*)
Estudiante del Segundo Ciclo de Producción Agropecuaria del Instituto de
Educación Superior Tecnológico Público, “Centro de Formación Profesional Binacional”, Mallares, provincia
Sullana, Piura-Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario