Autor: Frank
Juárez Ocampo (*) 17 octubre 2012
Había
una vez un chico que tenia presencia de muchas fantasías, el viva en un pueblo en
el que no se sentía seguro, en cambio se sentía enamorado de una chica que solo
existía en su imaginación por lo cual la llamaba AMOR FANTASIOSO. Solo la veía
en sus sueños e imaginaciones pero la sentía cerca. ¿Será de otro lugar? se
preguntaba, el chico de 16 años de edad
y su mentalidad era de un joven maduro.
Paso
el tiempo y no dejaba de pensar en aquella chica que solo existía en su imaginación,
hasta que un día decidió alejarse de su pueblo en busca de su amor fantasioso.
Se decía así mismo “si ella vive en mi mente, en mis sueños y en mi fantasía
también vivirá en el mundo, yo la siento y voy en busca de ella aunque tenga
que cruzar fronteras por que esa es la misión del amor”: “unir corazones abrir
fronteras”
Aunque
el camino era largo parecía que no tenia fin, caminaba, caminaba, cruzaba sitos
que nunca se había imaginado, hasta que llego aun pueblo al que fue bien recibido por la forma de comportarse,
no faltaban las preguntas de los miembros del pueblo que eran muchas por ser la
única persona con cara desconocida, preguntaban:
¿Por qué caminas tanto?, ¿Cuál es el motivo
por el que estas aquí?, ¿Por qué un joven como tu a tomado esta enorme decisión
se ser un caminante sin destino ni rumbo?
El
joven con mucho entusiasmo y sabiduría decía: Estoy decidido a encontrar el
amor de mi vida yo se que en alguno de estos pueblos la encontraré. Por
casualidad del destino habían muchas chicas lindas, él las miraba pero no se
aparecían al rostro bello de su amor fantasioso.
Finalmente,
de tanto buscar e insistir, encuentra la chica que solo existía en su
imaginación. Si nadie me creía en el pueblo ahora es motivo para creer en los
sueños, los sueños de amor se cumplen y yo soy testigo. Pero había un
inconveniente que nunca se le había declarado a una mujer. Esperaba la
oportunidad para acercársele a ella, hasta que lo cumplió de tanto insistir los
dos se enamoraron y se casaron.
La
gente de su pueblo enterada de que encontró lo que mas quería le deseó muchas felicidades
y así cumplió sus sueños y fue feliz.
(*) Estudiante de Administración de Negocios Agropecuarios del Segundo
Ciclo del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público, “Centro de
Formación Profesional Binacional”,
Mallares, provincia Sullana, Piura-Perú
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