Autor: César Ciro Calle Villegas
(*) 12 octubre 2012
Hace tiempo cuando mis padres me dejaron solo, no tenia
amigos con quien jugar, no salía al parque, me quedaba en mi cuarto aunque me
sentía muy solo.
Pero un día viernes santo de 2011 algo
impresionante sucedió, otra vez solo en mi cuarto ya que mi papá con mi mamá salieron a casa de
mis abuelos. Estando ya solo escuché un ruido en la cocina, quise saber que sucedía,
pero no había nada, ni nadie, así que regresé
a mi cuarto y me sorprendí al ver como uno de mis juguetes estaba parado en mi
cama, pues al ingresas a mi cuarto, este me observaba fijamente.
Mi
juguete empezó a hablar, diciéndome “no tengas miedo, no te haré daño, busco un
amigo de verdad para jugar y que dedique su tiempo en mi”; me quedé sin
palabra, inmóvil, lo que más me sorprendió,
fue que no le tenía miedo a aquel juguete mío que me hablaba, pues era un
extraño ser que hablaba a través de los objetos de su alrededor, era invisible.
Transcurrido
los días él se hospedaba en mi cuarto y me comunicaba con él a través de mis
juguetes, poco a poco me fui acostumbrando pues se había convertido en mi único
amigo con el cual hablaba y jugaba. No necesitaba de comida, eso jamás lo
entendí pero en fin no me interesaba mucho. Mis padres no se enteraron de la
existencia de aquel ser al que consideraba un verdadero amigo que me hacía
pasar mañanas y tardes maravillosos. Yo lo llegue a querer más que un amigo.
(*) Estudiante del Segundo Ciclo de Administración de
Negocios Agropecuarios del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público,
“Centro de Formación Profesional
Binacional”, Mallares, provincia Sullana, Piura-Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario