Autor: César Carlos Garrido More (*) 15 octubre 2012
Todo empezó como un juego entre dos amigos. Cierto día
ellos estaban conversando, fue entonces cuando Pedro le cuenta a Juan que estaba enamorado de su compañera de
clases, llamada María. Juan sonrió y le contestó: estas volando muy alto, ella
nunca te va a aceptar, eso queda para uno.
Pedro tomó muy en serio lo que Juan le había dicho y lo
retó a ver quien era el mejor, y lograra conquistar a María y que el le iba a
ganar. Juan tomo esto como un juego y acepto el reto.
Con el pasar de los días María se enteró de lo que ambos
amigos habían acordado. Pedro casi todos los días se acercaba a María para
poder conquistarla. María no sabia que hacer, no sabía como decirle que ella no
sentía nada por él.
Fue entonces que una mañana, Pedro se acercó a María para
seguir intentando que le aceptara. Ella no encontraba una salida para que Pedro
no siga ilusionando y decidió decirle que no podía aceptarle porque estaba con
Juan. Pedro se sintió mal, al mismo tiempo derrotado, al entrarse que había
perdido a la chica de sus sueños.
Juan sabia que lo que María le había dicho a Pedro, no
era verdad, pero sin embargo el sin darse cuenta que estaba lastimando a su
amigo siempre le decía ¡ya fuiste!
Pedro se molesto con Juan, se alejó de él. Juan se dio
cuenta que lo que para el significaba una broma, para su amigo era sufrimiento
y dolor. Pero el arrepentimiento de Juan no sirvió de mucho porque ahora Pedro
lo considera como un enemigo y su amistad se terminó.
(*) Estudiante del Segundo Ciclo
de Producción Agropecuaria del Instituto de Educación Superior Tecnológico
Público, “Centro de Formación
Profesional Binacional”, Mallares, provincia Sullana, Piura-Perú
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