Autora: Diana del Roció Vílchez Cumpa (*) 17 octubre 2012
Entre
las majestuosas y predominantes montañas se ubicaba una aldea donde vivía una
joven pareja, José y Anabel, ellos eran muy felices, la chica estaba embarazada
y mientras ella en casa, José caminaba rumbo a la ciudad por cuatro horas diarias
para dirigirse a su trabajo.
Con
el pasar de los meses, José aburrido de la vida pobre que llevaba, abandonó su
casa y su mujer, quedando ella sola y con ocho meses de embarazo. Anabel deprimida
entró en un estado crítico emocional. Al dar a luz Anabel, llevo a su hija a un
bosque lejos de esa aldea dejándola entre la fría y oscura noche.
Los
gritos de la niña hicieron que varios animalitos se acercaran a ella, y
emocionados de tanta ternura la recogieron y llevaron a una cueva donde vivía
una zorra. Esta amable zorra la crio y alimentó durante años, hasta que la
pequeña niña se convirtió en una hermosa joven que tenia por nombre Sol y era
una joven muy feliz que vivía rodeada de
animalitos.
Un día
mientras la joven dormía, el bosque empezó a quemarse y todos los animalitos
gritaban despavoridos. Ella despertó y corrió en busca de su mama zorra, hallándola
muerta, lloraba sin consuelo alguno mientras caminaba hacia una ciudad cercana
de allí. Al caminar tanto, encontró un joven campesino que la ayudó y enseñó
muchas cosas, pero ella sintiéndose inconforme se fue más lejos, conociendo a
un muchacho adinerado, que la enamoró y ella cayendo en sus engaños acepto irse
con él, pero este joven era una persona inescrupulosa, que obligó a la joven a
prostituirse. Sol lloraba amargamente, pues sufría con los maltratos que este
le propiciaba.
Tiempo
más tarde con tanto odio y sufrimiento se convirtió en una persona sin escrúpulos,
pues su sed de venganza hacia este hombre la obligó a asesinar a su agresor.
(*) Estudiante del Segundo
Ciclo de Producción Agropecuaria del Instituto de Educación Superior
Tecnológico Público, “Centro de Formación
Profesional Binacional”, Mallares, provincia Sullana, Piura-Perú
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