miércoles, 10 de octubre de 2012

El verdadero valor del amor


Autora: Khaterine Mabel Zapata Peña (*) 2 octubre 2012

Linda, así se llamaba. Era una joven con tan solo 20 años de edad, y como su nombre lo indica era una mujer muy hermosa. Cómo llegar a describirla si con tan solo verla quede impactado de su belleza. Era la mujer perfecta que busqué por tanto tiempo.

 Linda solía salir todas las mañanas a su trabajo y yo a pesar de la edad que tenía (23) como un tonto la esperaba en la esquina de su casa sin darme la dicha de no poder expresarle mis sentimientos, pues no me atrevía, no quería lastimar ese corazón frágil de una persona muy querida y admirada por todos; hasta que un día por fin me decidí a expresarle mi amor desahogándome por completo.

Así mismo la cité a un lugar muy bello, colmado de paz, “El jardín del amor”. Sin ningún ruido extraño le declaré ese amor puro. Tal pareció que ambos nos gustábamos mucho, pues al fin ella aceptó ser mi enamorada. 

Par mi todo ese momento fue colmado de alegría y felicidad, pues los fines de semana disfrutábamos salir al cine o a cualquier lugar donde ambos nos pudiéramos sentir bien. De igual manera pasamos cuatro años juntos.

Ojala ella hubiese sabido la sorpresa que le tenía preparada. Quizás al escucharla se sentiría la mujer más querida y alegre: le iba a pedir que se case conmigo. Así que decidí esperarla en la puerta de su casa con un ramo de rosas rojas 8símbolo de amor), pues ella ya se acercaba y era la hora de decírselo.

Sin embargo ella al tratar de cruzar la zona peatonal, se agachó para recoger la cadena que le regalo su madre, se distrajo y no vio las luces del semáforo que cambiaron repentinamente, un automóvil con una velocidad demasiado excesiva chocó contra ella. Desesperado corrí a verla pero fue demasiado rápido, ella había muerte.

Pasaron los años y aún la recuerdo, cada momento que pasa la recuerdo más a pesar de mi edad muy avanzada (70 años). Solitario y emfermo esperando que Dios me recoja de este mundo para oder irme con ella y pedirle que “se case conmigo”.

 (*) Estudiante de Administración de Negocios Agropecuarios del Segundo Ciclo del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público, “Centro de Formación  Profesional Binacional”, Mallares, provincia Sullana, Piura-Perú.

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