jueves, 11 de octubre de 2012

Perdido en el campo


Autor: Jairo Jomar Sarango Rugel  (*) 8 octubre 2012

Un día 14 de enero, un señor que se llamaba Julián, decide irse el 15 del mismo mes a ver su ganado vacuno que lo tenia de refugio. Era un camino tan lejos, estresante llegar al lugar donde estaba su ganado. Tenía que cruzar un rio después de caminar dos días de camino.

Por la tarde del día 14 de enero, se reúne con su esposa y sus hijos y les comunica que se iba de viaje por la noche. Acomoda sus cosas y sus alimentos para los días que iba a estar fuera de casa 

Al día siguiente en la madrugada se levanta su esposa a hacerle el desayuno y acomodarle su fiambre. Amaneciendo Dios sale de su casa, monta en su mula y comienza a cabalgar y cabalgar rumbo hasta donde se encontraba su ganado.

Eran las 12 del medio día y Julián detiene la mula debajo de un árbol coposo, que brindaba mucha sombra para descansar. Saca su fiambre que llevaba y empieza a comer, luego continuó con su viaje, hasta que anocheció en una quebrada solida, hace su merienda, come y se echa a dormir, olvidándose de amarrar la mula en un árbol o en cualquier otra cosa, por lo que la mula viéndose sola sin amarrar se fue por un camino sin fin.

Como Julián se encontraba muy cansado, se despertó al día siguiente y se da cuenta que su mula no estaba, hace su desayuno muy preocupado porque no sabía el paradero de la mulla.

Desayuna y fue siguiendo el rastro de la mula, que había tomado un camino tan largo sin saber el fin, hasta que mas allá le perdió el rastro y el también se perdió del camino por donde había venido. Reposa debajo de un árbol y se alimenta de frutos del campo, pues no  había llevado los alimentos. 

Tenía 20 días sin regresar a su casa y sin saber  que era de la vida de su familia. Su familia muy  preocupada sale a buscarlo  con apoyo de la comunidad y después de tres días lo encuentran desnutrido,  como un niño abandonado, en un lugar solido. Su familia alegre y contenta regresa junto a él a casa muy entusiasmada por el encuentro de su padre.

Desde ese día el señor decide nunca más irse de viaje sin compañía a lugares muy lejanos.
 
     (*) Estudiante del Segundo Ciclo de Producción Agropecuaria, del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público, “Centro de Formación  Profesional Binacional”, Mallares, provincia Sullana, Piura-Perú.

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