domingo, 14 de octubre de 2012

El amor verdadero


Autor: José Manuel Vílchez Gómez (*) 13 octubre 2012

Era la historia de un jovencito, llamado Josué; él había encontrado la felicidad al lado de una gran persona llamada, Esperanza. Cada día que pasaba se convencía que ella era la persona ideal con la que quería pasar el resto de su vida.

Esperanza, un día, cuidando sus rosas le da un mareo y se desmaya, Josué corrió a levantarla, preocupado que le había pasado, la lleva donde el doctor, inesperadamente los análisis arrojaron que tenía una enfermedad mortal, que con en el pasar del tiempo sus fuerzas se le iban agotando, hasta que llegue el día de su fin. Josué angustiado y desesperado cada día que pasaba oraba y le pedía al señor un milagro, para que se salvara su amada y se recupere, para que así puedan seguir siendo felices como antes.

Lamentablemente el día inesperado llegó en el que Esperanza, ya no tenía más fuerzas alguna para seguir viviendo, llorando en su agonía, llamo a Josué, le dijo que es el amor de su vida y que era lo más lindo que la vida le había podido regalar y que nunca olvide el gran amor que se habían tenido; diciendo estas palabras, Esperanza dio su último suspiro y partió, Josué en un baño de lágrimas le juró ante su tumba que nunca en la vida amaría a nadie más, porque al partir se había llevado su corazón con ella.

Triste y enojado con la vida, porque le había arrebatado al ser más querido. Se dedicó a seguir cuidando las rosas ya que estas, lo hacían recordar a su amada, un día, llegó por el huerto, el ser más hermoso que pudo haber existido en la tierra, lo que más le resaltaban eran sus ojitos chinitos y su mirada tan dulce y tierna a la vez; Josué se quedó cautivado por la belleza de esta mujer ya que parecía un ángel caído del cielo; le preguntó su nombre y le dijo que cual era el motivo por el que ella estaba en su huerto. Me llamo Belén y estoy buscando trabajo le respondió, Josué le dijo que él no necesitaba de ningún ayudante, pero si necesitaba trabajo él se lo podía dar, pero con el sueldo mínimo, la muchacha aceptó y dijo que iba a poner mucho empeño en su trabajo.

Josué le explico cuál era la función en su trabajo y que debía tratar a esas rosas con mucho amor ya que eran parte de su vida, al transcurrir los días Belén le pregunta,  porque trataba con mucho amor a esas rosas si eran comunes y corrientes como las demás, este se puso a llorar y le comenzó a explicar lo que le había pasado en la vida, Belén enternecida lo abrazó y le dijo que era un gran hombre y que sentía mucho por lo que le había pasado.

Belén comenzó a sentir algo por Josué, pero este no le respondía por el juramento que le había hecho a su amada ante su tumba; una noche Josué en sueños ve a su amada triste diciéndole que ella no podía descansar en paz, porque veía que no era feliz, él le responde que nunca nadie va poder ocupar su lugar y que siempre la va amar.

Esperanza en sus sueños le dice que si realmente la amaba que sea feliz y que lo dejaba libre de cualquier juramento que él le había hecho; Josué se despertó llorando y comprendió que su amada quería que sea feliz y que rehaga su vida. Josué le explicó a Belén del sueño que había tenido y que el también sentía algo por ella pero que comprendiera que Esperanza era parte de su vida, Belén comprendió y lo aceptó tal y como lo había conocido.

El tiempo transcurrió, Josué y Belén tuvieron una bebe y decidieron llamarla Esperanza en memoria de su amada; por fin Josué comprendió que las cosas de la vida pasan por algo y que Dios había destinado algo en su vida; que era su nuevo amor Belén y su hija Esperanza.

Fin

(*) Estudiante del Segundo Ciclo de Producción Agropecuaria del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público, “Centro de Formación  Profesional Binacional”, Mallares, provincia Sullana, Piura-Perú

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