Por:
Carolina Sandoval Nizama
Vivo en Tangarará, Sullana, Piura. En
el año 2010, un 22 de noviembre cuando cursaba el 5º año de secundaria a un
poco de culminar mi etapa escolar tuvimos la oportunidad de asistir a un
encuentro de promociones que pertenecíamos al distrito de Ignacio Escudero, la profesora
encargada nos acompañó. Todos decidimos asistir como jóvenes que éramos
intranquilos y curiosos.
Hasta que llegó el momento esperado
y tuvimos que ir a la jornada, que empezaba a las 3:00 de la tarde y culminaba
a las 6:00 de la tarde. Llegamos a la iglesia, ya estaban que se reunían los de
la otras Instituciones Educativas,
empezamos a caminar r y pasear un rato mientras empezaba.
Siendo las 4 de la tarde empezó la
jornada, todo fue tan lindo después de compartir experiencias, alegrías y por
allí un refrigerio y un contratiempo nos regresamos a las 6:30 de la tarde por
que la movilidad ya estaba esperándonos.
Como la profesora había llevado
otros chicos, ellas nos pregunto, si primero nos venía a dejar a nosotros o a
los otros chicos. Como nuestros amigos tenían hambre nos venimos primero
nosotros pero en el camino veníamos haciendo bromas. Lamentablemente en un
momento cerca de un canal nos encontramos con unas personas ebrias y chocamos
con la moto y el carro. La mayoría éramos mujeres y los hombres tenían miedo,
lo que nos faltaba era llorar porque por que las personas ebrias querían
hacernos daño, la verdad que por el chofer y la profesora que venían con
nosotros no lograron hacernos daño. La llanta del carro se “bajó” y sufrimos
mucho para arreglarlo pero gracias a Dios todo se arregló y pudimos llegar a Tangarará.
Yo prefería morir ahogada por que ya
pensaba tirarme al canal antes de que me tocaran, fue un susto grande que entre
nosotros mis amigos nos pudimos controlarnos y cuidarnos.
Pero hasta hoy eso lo decidimos
guardarlo en secreto, mis padres y mi familia no lo saben porque tengo miedo de
contarles, ojalá no le pase a nadie este susto que nos llevamos porque es algo
que cuando te acuerdas quisiéramos olvidar pero eso es imposible porque uno
vive a diario y siempre se recordará aunque las experiencias hayan sido triste.
Son experiencias que pasan en la vida y nunca pasan por querer pasar, tienen un
motivo, eres tú.
Para que veas que en la vida y en el
mundo hay personas que hieren y son heridas que jamás se cerrarán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario