Hace algún tiempo conocí a una chica
de más o menos 15 años. La conocí en un taller de formación personal al que yo
también asistía. A la salida y en pleno taller iba a buscarla un hombre mucho
mayor que ella, por lo que deduje que era su padre por la forma cómo la
trataba. Pero note que la presencia de aquel hombre le incomodaba un poco, pero
en esos momentos no hice caso a suposiciones.
Al próximo taller, que se realizó en
la escuela en donde yo estudiaba, otra vez fue ella pero ya no en grupo, sino
sola con un profesor y también fue ese hombre por que era director de la
escuela primaria en el lugar en donde ella estudia.
Otra vez volví a ver como se le
acercaba, le hablaba y ella solo permanecía callada. Como estaba sola me dijo
que la acompañara al baño. Luego ya no oculté la duda y le pregunté si ese
señor era su padre, a lo que respondió que no, entonces volví a preguntarle que
si era algún familiar o algo por que en el otro taller se subió con ella a la
misma combi y la trataba con cariño.
Fue entonces que me dijo, que ese
hombre no era nada de ella, que siempre andaba tras ella, que le quería dar de
todo para hacerla sentir cómoda, que incluso una vez la había invitado a ir a
tomar un refresco en su moto y que tuvo que decirle que tenía trabajo en
internet, y evitar la invitación.
Me contaba que todo el tiempo era lo
mismo, en realidad la acosaba hace mucho y que no podía decir nada porque era
un “amigo” de su madre. Aun así que yo andaba acompañándola, él seguía
acercándosele. Yo le dije que le contara a sus padres, pero sentía temor por
eso no lo hacía.
Ese día me pidió que me quedara con
ella hasta la tarde para hacer un trabajo, para ver si desistía de esperarla y
se marchaba. Luego optó por irse con algunos padres de familia y él se fue solo
aparte.
Paso algún tiempo y ese hombre llegó
al colegio buscándome y me mando a llamar a la dirección para confirmar si es
que lo reconocía, yo le respondí que sí. Después que se retiró me entere que la
chica al fin había hablado por que estuvo a punto de tocarla y que lo había
denunciado.
Me buscaba a mí y a mi familia para
saber cuánto me había contado, porque ella me lo dijo todo y en su declaración
me puso como única testigo. Averiguó mi dirección y llego a mi casa y como no
me encontró se marchó. Luego llegó ella con su padre para decirme que vaya a
declarar.
Me enteré que no era la primera la vez
que ese señor se veía involucrado en algo así y que a pesar de eso siempre
salía bien librado. Hasta donde sé ella declaró todo y desde esa vez ya no
volví a saber nada de ese caso.
En ese tiempo me invadió un terrible
temor, un miedo inexplicable. Yo quería dar lo que fuese por ayudar para que esto no se vuelva a
repetir, pero por otra parte presentía que si es que algo decía o hacía él iba
a tomar alguna represalia contra mi familia o contra mí. Me acobardé y lamento
no haber hecho nada. No sé que pasó hasta ahora.
Muchas veces decimos cosas con
convicción, pero en el momento en que te toca afrontarlas no sabes que hacer,
suena egoísta pero solo sabes que tienes
que elegir entre ellos o los tuyos.
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