Por: Roberto Carlos farfán sunción
Recuerdo a mi hermano gritar estas palabras “donde esta
mi ropa” ¿quien tiene mi ropa?. Era uno de esos días cuando la lluvia se
apoderaba de los pequeños pueblos del caluroso Querecotillo, esas mismas
lluvias que daban agua, traían consigo el crecimiento de pasto y llenaba de
vida a los pobladores.
Los jovencitos como yo solíamos bañarnos en unos lugares
llamados quebradas donde se acumulaba o empozaba el agua que había dejado la
tormenta.
Un día mi hermano mayor y yo salimos a bañarnos a estos agradables lugares porque sus aguas
eran cristalinas y se podía ver el paisaje del campo verde, hasta que llegamos
al lugar indicado. Todo iba bien hasta que de pronto mi hermano me dijo: “vamos
Roberto hay que bañarnos de una vez”. Yo respondí “muy bien”.
Mi hermano se quitó su ropa y se lanzó desnudo al pozo de
agua, mientras yo lo miraba con mucha preocupación. Mi hermano me dice ¿Qué te
pasa?. Yo le respondía a mi hermano: “sería mejor que te pusieras la ropa
porque aquí también se bañan mujeres, señoras y señoritas”. Tranquilo hermano
me dijo, no pasa nada si es así me tiras la ropa.
Cuando cayó la tarde, aproximadamente a las 4 de la tarde
seguíamos bañándonos, cuando de pronto
pasan unos amigos de mi hermano de la misma edad. Lo invitaron a bañarse en
otro lugar en un lugar más profundo y más rica el agua. Mi hermano aceptó y me
dijo que yo me quedaría cuidándole su ropa porque él se iría desnudo y que
volvería en un rato, por supuesto que yo lo esperé.
Ya eran las 5:45 de la tarde y mi hermano no volvía. Pensé
tal vez ya se habría ido a casa y luego repensé, pero con qué ropa, si se había marchado desnudo, entonces fui a
buscarlo pero no lo encontraba, pregunté y me dijeron que ya se había ido por
otro lugar. Meditando decidí regresar a casa con su ropa, pero cuando llegue,
mi hermano no estaba en casa y me pregunte donde estará. Llegó a la casa como a
las 6 de la tarde, desnudo, con unas hierbas tapándose sus partes intimas y con
una voz con cólera dijo “donde esta mi ropa”, en la cama le respondí. ¿Porque
me has traído la ropa y no me esperaste? Me dijo muy molesto. Yo le respondí
que ya era muy tarde y pensé que estabas en casa.
Me dijo me he venido desnudo desde la quebrada y eso no
es todo porque había un sepelio y la gente paso por mi lado, con unas risas
irónicas se burlaron de mi , a eso no es nada porque mi enamorada iba entre esa
multitud. Mi mamá al escuchar la conversación replicó ¡esto te pasa por bañarte
desnudo!.
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