Por:
José Luís Bravo
Feliz; hasta que un día su padre empezó a consumir el maldito
alcohol, y comenzó a discutir con su mamá y a pegar a sus hermanos menores. Su
papá era chofer pero Alejandro comentó que su papá nunca le daba dinero a su
mamá para cocinar, así que Alejandro con
tan solo 6 años de edad empezó a trabajar cantando en las combis todo el día.
Al llegar la noche Alejandro regresaba a su casa con 20 soles para darle a su mamá para que
cocine y así sus hermanos menores puedan comer bien, pero su padre era tan malo que la comida que le
daban la votaba al suelo y decía que no le gustaba y empezaba a discutir y a pegar a su esposa. Al ver esto Alejandro se sentía
muy triste, y se iba de su casa porque
no podía hacer nada para defender a su mamá.
Después que pasaba el problema, Alejandro regresaba a lado de su mamá, pero se dio con la
sorpresa que su mamá se iba a separar de su papá, y al día siguiente iban a viajar.
Alejandro llorando le pedía a su mamá que no se separe de
su papá, pero llegó el día del viaje y
su mamá obligo a Alejandro a subir al carro. Alejandro, llorando se despidió de su papá y le dijo “a
pesar de todos los problemas yo si te quiero”.
Cuando Alejandro llegó al departamento de Apurímac, no se
acostumbraba porque era un lugar donde
hace mucho frio, pero al pasar un mes su
mamá le dijo que tenía que ir a vivir con otras personas, porque no
le alcanzaba la plata.
Alejandro tuvo que aceptar la decisión de su mamá. Al
transcurrir 11 años el ya había culminado la primaria y se vuelven a encontrar
con su mamá, pero nada era igual porque él se había acostumbrado a estar solo.
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