Autor: Ana
Jackeline Saldarriaga Zapata
No te vi llegar a casa, no te pude acariciar
desde el primer momento que llegaste a casa; no pude oír tus quejidos de
cachorro por las oscuras y silenciosas noches. Pero hay algo que si pude hacer:
fue quererte y amarte un montón, desde que vi tu foto, que me la enviaron vía
whatsapp.
Allí estabas tú pequeñito, parecías una bola
de lana negra aunque no de aquellas lanas esponjosas, ya que tu pelaje era de
color negro. Esperaba con ansias que llegase el día miércoles de salida para
poder ir a casa, y abrazarte y poder acariciar tu húmeda y pequeña nariz que
parecía un botón de ropa, la cual era de color negro.
El gran día llegó diciendo: ¡día miércoles al
fin! Ahora si, luego que terminen mis clases saldré corriendo del salón, para
no perder tiempo y poder llegar rápido a casa de mi tía, llegué apresurada me bañé, y almorcé. Sin perder tiempo lave los
platos, me cepillé los dientes, me cambié y salí rumbo a mi querida casa.
Pensaba e imaginaba en el camino como seria la experiencia de tenerte entre mis
brazos y poder acariciarte.
Al fin llegué a casa saludé a mamá, papá y mi
hermana. ¿Dónde está el pequeño? –pregunté.
_ Allí está en la tina (lavador) verde, respondió
mi mamá.
A muchos su nombre le da risa y me preguntan
¿por qué le pusiste ese nombre?. Le puse
así porque le encanta comer camote, y sobre todo su cáscara.
Ahora
ya han pasado cuatro meses y camote ya creció, su pelaje ha cambiado, es de un
color tierra con pintas negras, pero su tierna mirada y sus manchas en la cabeza
y barriga no cambian, las sigue manteniendo; sus orejas ya no son pequeñas, son
grandes y ya no son erectas se encuentran un poco decaídas.
Sus patas son de color blanco como si tuviese
botines, su hocico es ahora de color blanco, tiene en su cuello una cadenita
hecha de trapo de color roja. Pero no me importa que siga creciendo aun así lo
seguiré queriendo por sus millones de travesuras, ya puede subir a mi cama y
levantarme muy temprano oliéndome con su húmeda y fría nariz.
En verdad camote no lo considero como mi
mascota, pues para mi es mi fiel y travieso hermano camote.
Estudiante
del Segundo Ciclo de la Carrera Técnica de Producción Agropecuaria del
Instituto de Educación Superior Tecnológico Público “Centro de Formación
Profesional Binacional”, ubicado en el distrito de Marcavelica, provincia de
Sullana, Región Piura, Perú.
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