Escribe:
Alexander Ortiz Ortiz (*)
En un pueblito
muy lejano donde había una persona humilde que
siempre no les gustaba tener problemas con nadie de sus vecinos.
Juan era el
padre, María la Madre y su hijo se llamaba Pedro. Era una familia muy pobre, de bajos recursos económicos, el padre tenía
que trabajar muy duro para poder tener los
alimentos en casa, por lo que no tenían dinero para darle estudios a su
hijo.
Pedro ya tenía
17 años y se daba cuenta de la falta de recursos económicos de su familia por
lo que decidió irse a trabajar muy lejos y encontró un trabajo, comenzó a
horrar dinero para enviarle a sus padres,
que sentían muy felices y alegres de su hijo Pedro.
Pedro fue
conociendo más la ciudad, por lo que comenzó a buscar un trabajo mejor del que tenia , hasta que encontró
uno mejor.
Lo primero que
hizo, fue agradecer al primer señor que le había dado trabajo.
_ Señor Merino,
dijo Pedro- muchas gracias, es usted la persona más buena que he conocido en mi
vida, justo cuando yo mas necesitaba un
trabajo, usted señor merino fue el primer hombre que me ayudó dándome trabajo
en su parcela , pues yo no sabía donde
ir a trabajar por lo que le agradezco muchísimo.
El señor Merino,
antes de que pedro se vaya a su nuevo trabajo lo aconsejó, porque lo estimaba
mucho, lo quería como un. Le dijo:
_ Pedro, tienes
que ser muy respetuoso con la gente, responsable con tu trabajo, cumple con tus
deberes y metas. Continúa siempre para adelante con tus estudios y que puedas a
ayudar a tu familia.
Pedro se fue
muy agradecido del señor Merino por los consejos.
Pedro se fue a
su nuevo trabajo, comenzó a horrar
dinero para poderse darse sus estudios, tan es así que comenzó a estudiar los días sábado y domingo. También ahorraba
para enviarle dinero a su padre y madre,
hasta que terminó su estudios de secundaria.
Había ahorrado
dinero para seguir estudios superiores y siempre se comunicaba con su familia, la
que se sentía muy alegre cada vez que Pedro se comunicaba por teléfono con
ellos.
Pedro a los 24
años terminó su carrera superior, comenzó
a trabajar, comenzó a ganar más dinero, se compró una casa para
regalarle a su familia ya que quería darles una sorpresa. Viajó a su pueblito y
encontró a su familia contenta ,los padres al ver a su hijo, se alegraron porque era el único hijo que
tenían, lo recibieron con un fuerte abrazo, con alegría y amor.
Pedro
comenzó a decirles a sus padres para ir
a la ciudad a pasear, pero su familia no sabía la sorpresa que les iba a dar al
llegar a la ciudad.
Al llegar a su
casa, les dijo Mamá y Papá esta es su casa, la he comprado con mucho cariño
para ustedes, para que vivan en esta ciudad conmigo, quiero estar cerca de
ustedes, mis padres queridos, yo los amo
tanto que ha pasado mucho tiempo sin ustedes y ahora quiero pasar todo el tiempo con ustedes y platicar todo
el tiempo por los años que no he pasado junto a ti papá y mamá.
La madre no
tenia palabras que decirle a su hijo lo mucho que lo amaba .
La familia de
Pedro invitaron al señor Merino para agradecerle por los sabios consejos que
le había dado a su hijo Pedro, por darle trabajo cuando más lo necesitaba, por
lo que brindaron un compartir pasando momentos muy felices.
Siempre debemos
seguir adelante aunque tendremos dificultades u obstáculos en la vida, en
nuestros estudios o trabajo, para de
esta manera lograr la felicidad de
nuestros padres, porque ellos hacen el esfuerzo para ayudarnos y ser un
profesional en nuestra vida.
Para que
cambiemos nuestro futuro para bien, y nuestros padres se sientas orgullosos de sus
hijos.
(*) Estudiante del segundo ciclo de la
carrera técnica de Administración de
Negocios Agropecuarios del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público
“Centro de Formación Profesional Binacional”, ubicado en el distrito de
Marcavelica, provincia de Sullana, Región Piura, Perú.
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