Autor: Jhon Pawer Ruíz Silva
(*) 31 agosto 2012
Aquí
comienzo el relato que le ha ocurrido a
un amigo.
Estaban
todos tomando unas copas en las afueras de la ciudad, del Centro Poblado de
Mallaritos, distrito de Maqrcavelica, provincia de Sullana, Piura-Perú. Estaban
de risas y bebiendo de lo normal, cuando de pronto apareció un chico moreno de
unos 16 años, de la misma edad de ellos.
Pablo,
unos de sus amigos le saludo, puesto que eran amigos. Se sentó con ellos y
hablaron unas horas.
Al
cabo de unas horas, más o menos tres, el tema de conversación paso a
convertirse en historias de miedo puesto
que ya había anochecido. Se contaban historias terroríficas y acabaron
realmente asustados. Entonces Matías el amigo de Pablo dijo que conocía una
forma de ver al diablo. Lo escucharon y dijo:
En
la noche buena, justamente a las 12 de la noche, el diablo hace la inspección
en la tierra, la única en el año así que si quieren verlo tiene que ser ese
mismo día y a la misma hora. Así que vete al baño y cierra la puerta, prende 12
velas negras y mira al espejo cierren los ojos y en esos momentos veras al diablo en el espejo.
Todos
lo tomaban a la broma, pero David otro amigo de Pablo. Dijo yo lo haría sin
ningún problema. Era un 20 de diciembre,
así que en 4 días lo haría.
Llego
24 de diciembre, eran las 11.55 de la
noche. Todo estaba preparado, ingresó al baño y cerró la puerta. Al rato su familia
lo andaba buscando, también su mamá. Entonces fue al baño, tocó y no le
contestó. Entonces de un golpe abrió la puerta y encontró a David en el suelo
agarrándose el corazón, y el aire olía el inconfundible olor a azufré. Llamaron
a la ambulancia y lo llevaron a toda prisa al hospital.
Le
diagnosticaron un infarto al corazón a
causa de una crisis nerviosa. Cuando despertó, dijo: mama “lo he visto” tengo
mucho miedo. Su mamá no le entendía y le dijo descansa hijo no temas yo estoy
aquí.
David,
después de haber salido del hospital no
podía dormir de noche, puesto que ya le había dicho todo a sus padres quienes tomaron
la decisión de ponerle un psicólogo para que le ayudara.
Al
poco tiempo David se fue recuperando. Estuvo mas tranquilo gracias a la ayuda
que recibía. Después fue a buscar a sus amigos y les contó todo lo que a había
pasado. Y dijo ¡no hagan esto amigo! Porque lo que me pasado. Solamente me van
a comprender cuando lo vivan…
FIN
(*)
Estudiante de Producción Agropecuaria del I.E.S.T.P “Centro de Formación Profesional Binacional”, Mallares, provincia
Sullana, Piura-Perú.
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