martes, 3 de octubre de 2017

La Mitad de mi corazón

ESCRITO POR: Ana Jackeline Saldarriaga Zapata

Esta es una historia muy triste de contar pues nos muestra un poco la realidad triste porque  se sufre por tratar de sobrevivir  y se sufre por amar.

Érase una vez una jovencita llamada Juana que vivía en un pequeño pueblo muy bonito pero pobre. Ella vivía en una pequeña casa hecha de pajas con maderas; en la que vivía sola pues había perdido a sus padres cuanto solo apenas tenía 10 años desde ese entonces se quedó sola y le toco luchar y trabajar muy duro para poder sobrevivir.

Todas las mañanas se levantaba muy temprano a recoger entre la basura algo con que alimentarse y a recoger algunas botellas para luego poder venderlas y tener algún dinerito para poder sobrevivir. Fue así como una mañana muy nublada y triste, mientras buscaba entre la basura encontró un pequeño y tierno perrito el cual se encontraba muy sucio y mal oliente, pero como ella una persona buena y humilde decidió llevarlo a su pequeña choza para brindarle un hogar, allí lo alimento y le dio un baño en el pequeño riachuelo que pasaba por detrás de su casa. ¿Quieren saber cuál fue el nombre de la pequeña mascota? fue Sebastián. 

Como toda mascota y buen amigo fiel que son los perros, Sebastián la acompañaba a todo lugar donde ella fuese. Un día el más triste y difícil de contar; Juana no había podido encontrar algo de alimento entre la basura. Así que Juana acudió a una enorme chacra donde había muchos frutos para poder alimentarse: camotes, papas, mangos, frejoles, etc. En fin un sin número de alimentos; Juana comenzó a recolectar todos los frutos que pudiese encontrar.
Al haber terminado de recolectar todos los frutos fue sorprendida por un hombre feo, gordo y barrigón que alzando la voz dijo: a usted jovencita no le enseñaron que es malo robar.

Juana  respondió muy asustada y llorando: si señor disculpe es que no tengo con que alimentarme, además vivo sola; soy huérfana. El horrible hombre mirando a la jovencita de pies a cabeza; con una mirada maliciosa y le dijo: así que no tienes padres pues a mi no me importa eso; te enseñare a que no debes robar. Agarrándola del brazo muy bruscamente la tiro sobre el suelo tratando de violar  a la pequeña jovencita. Juana lloraba y trataba de escapar de ese mal hombre. Es allí como si Dios la hubiese ayudado y no dudo que fue Dios; pues Sebastián mordió al hombre en la pierna y de esa forma Juana pudo lograr escapar de ese hombre y de esa pesadilla horrible.

Ya pasando el tiempo Juana  tenía 16 años una jovencita muy hermosa, Sebastián ya no la acompañaba pues había muerto, fue muy difícil para ella verlo  morir sin que ella pudiera haberlo ayudado. Sola otra vez, sola sin la compañía de su fiel mascota, sola sin cariño y amor que le hace falta a cada ser humano.

Juana empezó a trabajar en una hacienda donde la trataban muy mal, pues la maltrataban  constantemente por ser una chola como le decía doña Lili la dueña de la casa hacienda, pero ella trataba de soportar todo el martirio con tal de no perder su trabajo que era su único sustento. Déjenme  contarles que allí en la casa hacienda,  Juana observaba cosas terribles. Cosas como que los patrones abusaban de las sirvientas, y lo más terrible el maltrato a los animales. Tenían unos perros amarrados a unos postes con cadenas y cada noche Lili la dueña de la hacienda les tiraba agua caliente a los pobres animales, luego de hacer tan horrendo acto les cubría el cuerpo de sal. Era horrible escuchar los ladridos de dolor de los animales. Juana no soportaba tan horrible escena de como personas pueden cometer actos inhumanos sin ningún temor de dios, en verdad no se les debería llamar personas.

Pero bueno continuemos con la historia. Un día, mientras Juana realizaba la limpieza de la gran plaza de la hacienda, llego un hermoso joven el cual era hijo de doña Lili, su madre salió a recibirlo con un tierno beso en la mejilla diciendo: regresaste hijo mío, hace tiempo que te extrañaba y esperaba con ansias tu regreso bienvenido pasa a tu hogar. ¡Juana! qué haces parada como tonta lleva las maletas a la habitación de mi hijo, sirve para algo ¡chola!. El joven quedo muy impresionado por la belleza de la joven, aunque se encontraba muy sucia se podía contemplar su linda cara y esos ojos hermosos.
Comenzó  por gustarle Juana, siendo así que ayudaba a Juana en los quehaceres de la casa. Juana también le gustaba el joven pero no le decía nada porque tenía mucho miedo e inseguridad que una joven como ella; toda sucia y sin educación le pudiese gustar  ese hermoso joven.

Un día mientras lavaba la escalera de la hacienda Juana resbalo y el  joven inmediatamente la ayudo y la llevo a su habitación allí el hermoso joven le confeso todo lo que sentía por ella, luego que ella se recuperase diciéndole: Juana eres muy bonita y humilde, me enamore de ti desde la primera vez que vi, esos hermosos ojos. Ya no puedo estar así, te amo y déjame decirte que no fuera feliz si no te hubiera conocido. Déjame pedirte muy cordialmente que seas mi señorita enamorada.

Juana muy impresionada y alegre respondió: pero como puedo ser yo la joven que le gusta si siempre me encuentro toda sucia, yo no me merezco su amor pero déjeme decirle que usted también me gusta pero no soy digna de tanto amor que usted dice sentir por mí.

El joven responde eso no  me importa, me importas porque tu eres diferente a todas, contigo la paso súper bien, le agradezco a Dios haberte conocido y permíteme amarte. Siendo así que Juana responde con un tierno beso al jovencito, desde ese momento se convirtieron en enamorados. El joven pasaba todo el tiempo con Juana ayudándole en los quehaceres de toda la hacienda, pasando lindos momentos juntos llenos de bromas y mucha felicidad.

Haciendo levantar las sospechas de doña Lili, doña Lili empezó a seguir a  su hijo sigilosamente llevándose la sorpresa, que Juana y su hijo eran novios. Tal fue la molestia que doña Lili obliga a su hijo a irse de viaje para que se olvide de tal tontería, de ese amor por una chola.

Juana muy triste pensaba en su amado joven diciendo: él no puede haberse ido y dejarme con todo este amor, estoy segura que volverá. Repitiendo cada vez todos los días esa frase, y sobre todo doña Lili haciéndole la vida imposible. Pero trataba de luchar y mantenerse en la hacienda esperando a que volviese su amado joven de lindos ojos.

El día más triste y llegando al final de la historia fue cuando Juana ya no pudo resistir más el maltrato, que decidió en quitarse la vida. Así lo hizo, resignada se tiró del balcón de la hacienda. Eso sí lo más lindo que pudo hacer antes de quitarse la vida, fue dejar en libertad a los perros que martirizaba doña Lili.

Dejando una carta para su amado que decía: te espere amor y nunca llegaste, soporte todo el maltrato de tu madre por el simple hecho de tener las esperanzas, de que ibas a volver yo sé, que volverás algún día, pero ya no pude más, te esperare allá en el cielo, un hermoso lugar sin dolor y tristezas que me imagino que es un lugar lleno de mariposas donde encontrare a mis padres. Decirte que te amo mucho, y me duele mucho no haberme podido despedirme de ti, con un tierno beso y me duele a que no hayas regresado, para luchar por nuestro amor.

 Lo último que te quiero decir es que el momento en que te fuiste, mi corazón se partió en una mitad; una parte está llena de recuerdos y la otra se fue contigo mis ojos bonitos.


(*) Estudiante del Segundo Ciclo de la Carrera Técnica de Producción Agropecuaria del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público “Centro de Formación Profesional Binacional”, ubicado en el distrito de Marcavelica, provincia de Sullana, Región Piura, Perú

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