domingo, 22 de octubre de 2017

EL PRECIO DE QUERERTE

Escrito por: Jaime Carhuapoma More

En el caserío de Rosales  vivía  un niñito llamado  Medardo, era humilde, pobre, delgado y morenito tenía 8 años y aún no empezaba a estudiar. Al ver que todos sus amigos partían al  colegio a estudiar se llenaba de tristeza, pero nunca reclamaba nada a sus padres  ya que a su corta edad era consciente de la pobreza que había en su hogar y que el poco dinero que había solo alcanzaba para comprar algunos alimentos.

En su pensamiento crecía el ansia de salir adelante, era fiel admirador de personas que sobresalían por sí mismas. A los 9 años sus padres se esforzaron más y lograron que el pudiese estudiar, eso le lleno de satisfacción.

El primer día a clases sus compañeros se reían y burlaban pero Medardo a pesar de ser mayor de edad y más alto nunca intentó pegarles por más que lo hicieran enojar, poco a poco logro terminar la primaria  ya en secundaria trabajaba fuerte para vestirse y poder darse sus estudios. Sólo así pudo terminar  su educación secundaria, muy contento y agradecido con sus padres porque lo habían apoyado en su estudio.

Desde niño le encantó bailar, pero su timidez lo limitaba a salir con amigos a divertirse y lo que más lo complicaba era que no tenía dinero para pagar la entrada ni para pedir licor como sus amigos lo hacían, por eso  decidía no salir, pero un día inesperado en un parque conoce a Dalí una jovencita de buena familia, de buena condición social y económica.

Medardo queda asombrado por la hermosura de aquella chica,  con una alegría que lo llenaba de felicidad les comenta a sus padres de este suceso y sus padres lo aconsejaban diciéndole que no se vaya a enamorar tan joven ya que si lo hacía podía perder todo lo que había planeado para su vida.

Papá, mamá no se preocupen todo anda bien en mí, así que tranquilos. Les decía Merado a sus padres. Eso esperamos hijito respondían sus padres.

Bueno padres estoy pensando estudiar superior y quisiera pedirles que me den su apoyo como siempre lo han hecho. Su papá alegre por lo que quería su hijo le dice; está bien hijo te apoyaremos pero te recomiendo que trabajes un año y luego empiezas a estudiar. Está bien padre eso haré y así decide ir a la ciudad a buscar trabajo. La noche antes de partir no podía dormir pensando en Dalí ya que se estaba ilusionando poco a poco con ella.

Se imaginaba que quizás al partir nunca más vería a su amada o talvez la encontraría casada; así que amaneció y fue en busca de ella para despedirse, la chica  sale y con una hermosa sonrisa lo recibe y lo hace pasar a su sala, conversan unas cuantas horas y él le miente que se va a ir de vacaciones a  Lima a visitar a su familia, pero que a pesar de no ser nada con ella la le dolía dejarla y si lo hacia la iba a extrañar mucho, Dalí le dice pero porque Medardo  si no somos nada, recién nos conocemos y solo me caes bien.

Medardo tan insistente le declara su amor y ella sorprendida por lo sucedido le dice estás loco Medardo, porque me tienes que decir esto ahora es muy pronto, pero al fin termina aceptándole como su enamorada. Medardo  atónito de emoción parte a la ciudad a buscar trabajo pensando que era la manera más segura  para no perder a aquella chica que le gustaba y de esa forma lo esperaría hasta cuando regrese  de las supuestas vacaciones.

 Dalí ya casi terminaba de estudiar en la universidad y cada cierto tiempo se comunicaba con Medardo.

Al año siguiente Medardo regresa a estudiar educación superior con gran entusiasmo y feliz de tener a una chica tan bella como Dalí.

Un día inesperado Dalí lo invita a un baile donde asistirían sus compañeros, de promoción, Medardo no lo piensa ni un segundo y accede a su invitación. Llegan a la fiesta Dalí lo presenta como su amigo y no como su enamorado, él se sorprende que lo presentara así y le causa incomodidad  pero no da a notar su molestia. Empieza la diversión, uno de los amigos de Dalí le pregunta que estudiaba, de que familia era, etc. Medardo humildemente le responde todo. Los demás amigos al escuchar sus respuestas  empiezan a reírse de él, e incluso le bromeaban con burla. Medardo se sintió de lo peor por esta situación y se fue del lugar sin despedirse de Dalí.

Al día siguiente Dalí va a casa de Medardo y se disculpa por lo sucedido diciendo que lo había presentado como amigo para que no la molestaran entre compañeros, pero que no se preocupe que todo estaba bien y que lo quería mucho, el cómo estaba tan ilusionado con ella le creyó todo.

Después de tres años el termina su carrera técnica y ella toda una profesional universitaria. Medardo  le propone formar una familia porque ya era muchos años que tenían como novios, ella acepta esa petición pero con la condición, que hable con sus padres de ella y  si ellos aceptaban iría con él. Medardo ansioso por lo que quería decide un domingo pedir la mano de ella ante sus padres, para esta ocasión compra vinos y champañes para la celebración, incluso compromete a sus padres para que lo acompañen y sean partícipes de este compromiso.

Al llegar a casa de su novia lo esperaba el padre de Dalí  y lo recibe un poco enojado.

_ Pasa que se te ofrece, trabajo no tengo si es lo buscas, le dice el papá de Dalí.

_ No señor, vengo a formalizar mi relación con su hija Dalí ya que tenemos un cierto tiempo de enamorados quisiera que usted me cediera el honor de casarme con ella, dijo Merardo.

_ ¿Qué?. Esto es una locura. Vete muchacho no hables tonterías. Le dijo el padre de Dalí.

Medardo insistente, le dice:
_ Señor pregúntele a Dalí, nosotros nos amamos.

El señor frustrado va a traer a su hija y la interroga si era verdad acerca de esa relación  de la que le hablaba el joven.

Ella lo mira fijamente a la cara y le dice, lo siento Medarlo, lo nuestro no podrá ser, busca a una chica de tu condición  social ya que entre nosotros hay mucha diferencia.

Medardo con el alma partida de dolor regresa a casa con sus viejitos, a escondidas  toma la decisión de suicidarse. Pero sus padres lo descubren y no lo dejaron solo ni un instante, más por el contrario se dedicaron a darle valor, aconsejarlo hasta convencerlo que olvide a esa chica.

Pasado el tiempo  fue superando esta situación, se dedicó a trabajar  muchos años luego compró su casa después un carro, al tener todo esto recién lo llamaban sus amigos, los padres de aquella chica también lo invitaban a su casa, entre otras cosas más que se dieron a raíz de todo esto.

A veces existen personas que para ellos el dinero lo es todo,  dijo el padre de Medardo. No nos interesa lo que hay en nuestro corazón si no las riquezas y dinero que tienes.



(*)Estudiante del Segundo Ciclo de la Carrera Técnica de Producción Agropecuaria del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público “Centro de Formación Profesional Binacional”, ubicado en el distrito de Marcavelica, provincia de Sullana, Región Piura, Perú

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