Escribe:
Carlos Martín Rodríguez Rodríguez (*)
Había una vez un pueblito llamado Encantador. Se caracterizaba por un pueblo
encantador por su gente y paisaje
hermoso como un ambiente agradable y limpio, ubicado a orillas del rio Ucayali,
que les brindaba ricos peces, por lo tanto toda la población cuidaba la
naturaleza y el rio.
Un día llegaron unos turistas a visitar ese
pueblito tan encantador y durante el recorrido tomaron agua en bolsas debido a
la caminata y el sol esplendedor de ese
día, muy cansados decidieron descansar y tomar
el agua que llevaban y al terminar de tomar el agua arrojaron al rio las
bolsas sin darse cuenta que esto podía perjudicar a la naturaleza.
Uno de los guías le dijo: por favor no arrojen
basura al rio, ni al suelo aprendamos a cuidar nuestra naturaleza y todos
juntos tendremos un buen ambiente sin contaminación alguna, si ustedes botan
saben el mal pueden ocasionar. Los turistas lo miraron y se echaron a reír y
siguieron caminando después de una larga caminata rio abajo se encontraron con
una tortuga que actuaba de forma extraña, se acercaron y la observaron se
dieron cuenta que se estaba ahogando con una bolsa de agua que trataba de
ingerir. Los turistas muy conmovidos sintieron culpa y se lanzaron al rio y ayudaron a la tortuga y
pensaron que esa bolsa de agua que ellos rio arriba habían arrojado pudo ser la
causante de esto.
Ellos apenas miraron a los guías les pidieron
disculpas por lo sucedido. El guía les dijo: ahora si entienden las
recomendaciones que les dije, al menos ustedes pudieron ver lo perjudicial que
es arrojar basura, asi como ustedes hay
miles de personas que actúan mal y les hace daño a la naturaleza sin darse
cuenta. Los turistas comprendieron el mensaje de los guías y personas del
pueblo.
Después de muchos días llegaron más turistas,
era tanta su emoción que no leyeron el cartel con las , y uno de ellos
lastimaba a los animales entonces el guía le dijo no hagas eso ellos también
sienten dolor, cuando alguien te lastima sientes dolor y rabia por no poder defenderte igual son ello, debemos
darle amor y cuidado.
El turista comprendió lo mal que hacía en maltratar a los animales desde ese día los
turistas ayudaron a la preservación de su fuente y se dieron cuenta que el amor
que ellos sentían por la naturaleza, por lo que empezaron hacer carteles y
difundir en todo el pueblo que deberían cuidar la naturaleza.
Todo marchaba bien hasta que vieron desde muy
lejos un incendio y se preocuparon. Todo el pueblo se alarmó, tomaron sus lanchas y acudieron al lugar del
incendio, al llegar se sorprendieron al ver que los animales estaban
carbonizados, otros animales necesitaban ayuda,
todos reunieron fuerzas y trataron de apagar el fuego y de salvar
algunos animales pero no pudieron porque el fuego fue avanzando hasta que llegó
al pueblo encantador.
Todos preocupados y sin poder hacer ya nada
huyeron. Aquel pueblo encantador se volvió ceniza la mayoría de las personas
lloraron se enfermaron al ver a su pueblo en cenizas.
La madre naturaleza tomó fuerzas e hizo que este
pueblito reverdeciera pronto, por lo que al ver el mejoramiento de la selva todos
volvieron y vivieron en armonía.
(*)
Estudiante del Segundo Ciclo de la Carrera Técnica de Producción Agropecuaria
del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público “Centro de Formación
Profesional Binacional”, ubicado en el distrito de Marcavelica, provincia de
Sullana, Región Piura, Perú
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