NOMBRE: William Guillermo Heredia Palacios
(*)
Estábamos reunidos en casa del abuelo Guillermo y
de repente se nos ocurrio pedirle que nos cuente una historia y fue así como
empezó diciéndonos:
Era un hombre llamado Juan que vivía en un pueblo
muy lejano y se dedicaba solo a jugar casino diariamente.
Un día mientras jugaba con sus amigos de lo más
contento, por haberles ganado todo su dinero, apareció un hombre con un
sombrero muy grande en un caballo blanco, con una alforja llena de dinero y convenció
a Juan para jugar casino. Empezaron a jugar y juan le ganó todo, hasta su
caballo. El hombre le presentó unos documentos de casas que tenía, pero también
las perdió. Siguió el juego, pero la suerte en el juego le llegó al
desconocido, el cual le gano hasta la ropa, y es allí cuando Juan tomó la mala
decisión de apostar su alma y también la perdió.
Fue entonces cuando al desconocido le salieron unos
enormes cuernos y unas tremendas muelas y todo su cuerpo se encendió en fuego.
Después le dijo que si quería salvarse tenía que
comprar siete pares de zapatos de fierro y caminar siete años por el desierto a
pie.
Juan enrumbo hacia el desierto sin mapa alguno; a
los siete años por fin encontró a un pastor de guiscos y le advirtió que el
diablo lo estaba esperando para comérselo y para que no sucediera eso tenía que
ir al rio en donde se iba a encontrar con las dos hijas del diablo y tenía que
llevarse la ropa de una de ellas y esconderla en donde no la puedan encontrar.
Luego debía seguir su camino hasta la casa del diablo.
Cuando llego a la casa el diablo lo recibió muy
amablemente y le ofreció mucha comida y licor para que este bien lleno para
comérselo. El siguió todas las indicaciones y llegaron las hijas del diablo, la
mayor de las hermanas se enamoró de Juan; luego lo acompaño a descansar y le
dijo que el diablo lo quería matar para comérselo y que juntos debían idear un
plan para que eso no suceda.
Entonces el diablo entró dispuesto a matarlo y se
dio con la sorpresa de que no estaba, pues Juan había salido a dar un paseo por
la casa, Eso enfureció mucho al diablo, pero luego salió de la habitación para
evitar que juan sospeche que lo iban a matar.
Al día siguiente el diablo se enteró que su hija lo
había traicionado y decidió matarlos a ambos; por la noche les dió en el jugo
unas gotitas del sueño profundo para luego atravesarlos con su enorme espada, pero
la esposa del diablo le dijo que no tomen el jugo.
A media noche cuando se suponía que todos debían
estar durmiendo, la chica despertó a Juan para idear una manera de escaparse y le
dijo que en el corral habían dos caballos y que aliste uno para escaparse,
cuando Juan llegó al corral habían dos caballos; uno gordo y otro flaco. Juan
no sabía ni cual elegir, pero termino por llevarse el caballo gordo, pues pensó
que tendría más fuerza para poder llevarlos a los dos, sin saber que aquel
caballo flaco era tan rápido como un rayo y el gordo era un poco más lento,
pues era rápido como el viento. Salieron de la casa muy de prisa para no ser
alcanzados por el diablo, pero sin saber que el diablo ya se había enterado y
se disponía a seguirlos.
Cuando el diablo estaba a punto de alcanzarlos, la
muchacha cortó un trozo de su cabello, formando una enorme choza que le impedía
pasar. El diablo muy furioso por tal derrota lanzo una maldición sobre su hija,
la cual consistía en que: la primera muchacha que besara a Juan se casaría con él,
dejándola de lado.
Llegaron al pueblo y Juan solo saludaba a su
familia y amistades con la mano y a una distancia prudente.
Después de un tiempo decidieron casarse y en el
momento que estaban reunidos se apareció una chica que había sido enamorada de
Juan y no pudo resistir la emoción de volverlo a ver a tal punto que termino
besándolo.
Sucedió lo que había pronosticado el diablo,
dejando Juan de lado a la hija del diablo para casarse con su ex enamorada. En
ese instante se le ocurrió a la hija del diablo convertirse en una palomita, la cual se le sentó en el hombro de
Juan y le dijo: “que si esa era la forma en que le pagaba todo el esfuerzo y
sacrificio que había hecho por él”. Fue así como Juan recapacitó y se casó con
la hija del diablo, dejando de lado a su ex enamorada fuera de su vida.
Finalmente Juan tuvo sus hijos, se dedicó a su
familia, a trabajar en la agricultura y prometió nunca más jugar casino, pues aprendió
la lección y ayudó a sus amigos a que dejen ese vicio satánico que no conduce a
nada bueno, pues Juan recordaba aquellos momentos en que dejaba de comer por estar en el vicio y lo peor de todo
era que se había perdido el momento del funeral de su madre y era lo que más lo
atormentaba.
Estudiante del Segundo Ciclo de la Carrera
Técnica de Producción Agropecuaria del Instituto de Educación Superior Tecnológico
Público “Centro de Formación Profesional Binacional”, ubicado en el distrito de
Marcavelica, provincia de Sullana, Región Piura, Perú
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