miércoles, 1 de agosto de 2012

Dos mujeres bravas


Por: Excequiel “Chelito” Pintado Tocto

Cierto día me encontraba  con unos amigos  en la plaza de nuestro  centro poblado,  estábamos sentados en  una de las  bancas  conversando, mientras que en la otra banca estaba  una señora  con un señor, también conversando. Hasta ahí todo estaba bien,  pero después  de unos cinco minutos   observamos una mototaxi   y se estaciono frente donde  estábamos nosotros, y bajó una señora  muy furiosa  y se dirigió  hacia la  banca  donde se encontraba  el señor y la señora   dirigiéndose  y señalando al señor  empezó a gritar así:

¡Oye tu desgraciado! ¡Así te quería  encontrar   pedazo de m…!, ¡eres un traidor!. La señora muy encolerizada le gritó de todo al señor. Dicha señora era la esposa del señor, que en ese momento se encontraba con su amante.

Después de lanzar insultos contra su esposo, la emprendió contra la supuesta amante,  la cogió  de los  cabellos, la golpeó en el rostro, lanzó cachetadas o bofetadas. La supuesta amante reaccionó y se defendió, ambas mujeres se cogieron de las cabellos, se trenzaron, cayeron al suelo, cada quien se defendía como podía. La gente que pasaba por el lugar se acercó a presenciar el escándalo.

Poco tiempo después con la intervención de los transeúntes lograron separa a las dos mujeres que defendían a su varón. El gran varón, cogió a su esposa, subió a una mototaxi   y se marcharon.

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