Por: Excequiel
“Chelito” Pintado Tocto
Cierto
día me encontraba con unos amigos en la plaza de nuestro centro poblado, estábamos sentados en una de las
bancas conversando, mientras que en
la otra banca estaba una señora con un señor, también conversando. Hasta ahí
todo estaba bien, pero después de unos cinco minutos observamos una mototaxi y se estaciono frente donde estábamos nosotros, y bajó una señora muy furiosa
y se dirigió hacia la banca
donde se encontraba el señor y la
señora dirigiéndose y señalando al señor empezó a gritar así:
¡Oye
tu desgraciado! ¡Así te quería
encontrar pedazo de m…!, ¡eres
un traidor!. La señora muy encolerizada le gritó de todo al señor. Dicha señora
era la esposa del señor, que en ese momento se encontraba con su amante.
Después
de lanzar insultos contra su esposo, la emprendió contra la supuesta amante, la cogió
de los cabellos, la golpeó en el
rostro, lanzó cachetadas o bofetadas. La supuesta amante reaccionó y se
defendió, ambas mujeres se cogieron de las cabellos, se trenzaron, cayeron al
suelo, cada quien se defendía como podía. La gente que pasaba por el lugar se
acercó a presenciar el escándalo.
Poco
tiempo después con la intervención de los transeúntes lograron separa a las dos
mujeres que defendían a su varón. El gran varón, cogió a su esposa, subió a una
mototaxi y se marcharon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario