Por: Larixa
Noemí Ramírez Camacho 25 de
Setiembre del 2011
Martes 21 de
setiembre.
Habían pasado días con la interrogante ¿Quién ganará?,
¿Quién será la Miss del Instituto?, los rumores corrían de un lado a otro, como
una pelotita que va de mano en mano.
Miércoles 22
La
pregunta cambiaba y aun más la criticaban, preguntando con sarcasmo. ¿Qué se
siente ser Miss del Binacional?, la
pregunta era infalible pero la respuesta
intangible, porque nunca contestaba a cada una de aquellas interrogantes
y simplemente sonreía.
Pero
hoy después de mucho tiempo empiezo a
creer en el sentir de un día, en cada uno de los pétalos, que da una rosa para verse cada día más hermosa, en su abolengo tallo que le permite dar
realce a sus encantos, en cada una de
sus hojas laterales que tienen el don de
su pureza, y como desdeñar su aroma mágica, ese aliento que da vida a un día y que convierte mi monotonía
en una felicidad intangible. Como admirar el suave
fulgor de una melodía, si al respirar siente que es un trozo de aliento del día día.
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